Es difícil.
Mientras vive en el extranjero, uno descubre que hay situaciones y desafíos a los que no se tiene una respuesta inmediata ni una solución. Estos retos exigen un cambio personal completo. No es facil.
Sin embargo, vale la pena . Déjame citar a un amigo mío.
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“Porque viví en el extranjero, ahora no tengo miedo de nada. No tengo miedo de la soledad y el silencio. No le tengo miedo a los extraños, a la comida que nunca antes había comido. No tengo miedo de ser pobre, no tengo miedo a las enfermedades ni a la incertidumbre. No tengo miedo de las noticias devastadoras o el pesimismo “.
La vida en el extranjero es un desafío para el que no puedes prepararte. Un desafío que te dará mucho, siempre y cuando estés preparado para aceptarlo. Es una escuela en el sentido correcto de la palabra. Una escuela donde los exámenes se realizan al azar, donde la lista de literatura es ilimitada, donde no hay un horario fijo, donde las aulas están constantemente llenas de extraños.
Viví en tres países diferentes hasta ahora, y junto con un amigo que pasó varios años en el extranjero estudiando y trabajando, preparamos un artículo con ideas y pensamientos honestos. Usted es muy bienvenido a echarle un vistazo.
