Actualmente estoy a punto de cambiar mi entorno de estudio, porque he leído varios libros sobre aprendizaje profundo y cómo trabajar / estudiar de manera productiva.
Si no estudio en casa, generalmente me gusta ir a un café o un lugar similar. La razón es que no me gusta el ambiente “deprimente” en una biblioteca, aula, etc. Me siento mucho más productivo y tengo más motivación si estoy en un lugar donde otras personas a mi alrededor están haciendo algo / siendo felices / hablando el uno al otro Además, si estudio con amigos, generalmente nos explicamos en profundidad algún material y participamos en largas discusiones. Esto generalmente no es posible en una biblioteca con una política estricta de no hablar.
Tengo que añadir que puedo centrarme rápidamente en un tema y que no me distraigo por lo que me rodea. Uso tapones para los oídos para apagarme y empezar a trabajar. Así, un café no necesariamente me tienta a dilatar más de lo que lo haría en una biblioteca
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Sin embargo, mucha literatura le recomienda ir a algún lugar, donde esté realmente aislado y no se distraiga con nada ni con nadie. Y siento que debería intentarlo, porque no sé si podría ser más productivo que trabajar en una cafetería (como nunca lo he intentado). En mi opinión, el objetivo principal de este cambio es que quiero participar más en sesiones de trabajo profundas (este término proviene del libro “Deep Work” de Cal Newport).
Creo que todavía puedo trabajar en un café o en un lugar similar, especialmente si hago un trabajo específico que necesita la ayuda de mis amigos o si tengo que hablar sobre un tema en particular con alguien. Pero para el trabajo que sé que tendré que concentrarme profundamente durante varias horas, creo que se recomienda realmente aislarme (lo cual intentaré hacer más).
Otra táctica que aprendí y quise probar es ir a algún lugar fuera del campus, un lugar que no se consideraría un lugar de estudio pero que, para mi gusto personal, podría ser una ubicación perfecta para estudiar. Como ejemplo, puede ir a un lugar agradable en un museo, a un café en una ciudad lejana, a un hermoso claro en el bosque o cualquier otra cosa que lo inspire. El beneficio aclamado es que el esfuerzo inicial invertido de ir a un lugar “extremo” lo motiva a estudiar aún más a fondo. También puede ser un buen desvío a su rutina de estudio habitual. Por último, puede descubrir otro lugar de estudio “perfecto” y aumentar su productividad.
