En primer lugar, al tratar cualquier problema, aborde los aspectos fundamentales. Indagar en los detalles. No en las consecuencias. Las consecuencias son solo lo que son, un resultado final. Abordar la consecuencia puede resolver un problema, pero no convertirlo en una oportunidad.
Estas son las preguntas fundamentales que debes hacerte.
¿Qué causa la falta de interés? ¿Por qué pierdo el enfoque?
- Soy un estudiante de comercio que estudia en la clase 11. Tengo un promedio de estudios (alrededor del 75-85%). ¿Qué debo perseguir después de la escuela? ¿Cómo puedo mejorar mi concentración en los estudios, ahora que se acerca 12?
- ¿Es mejor tener una rutina diaria planificada de "estudio" o mejor vivir todos los días como viene en "inspiración"?
- Cómo decidirnos y sentarnos estudiando.
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- ¿Es posible estudiar para los servicios civiles sin salir de su casa?
Así que ya ves, perder el foco no es la causa. Es la consecuencia. Lo que te hace perder el foco es la causa.
Hay muchos factores. Aquí hay algunos en los que puedo pensar:
- Perfeccionismo y dilación: ¿Eres un perfeccionista? Bueno, yo soy. Querré hacer todo “perfectamente”, que se convierte en un problema la mayoría de las veces. En mi ansiedad por hacer algo de una manera perfecta, pospongo muchas cosas, aunque puede que sea realmente apasionado sobre el tema.
- Distracciones: ¿Te distraes fácilmente? ¿Las redes sociales en línea te distraen de cumplir tus objetivos?
- Quedarse sin la aspiración: a veces, cuando obtenemos lo que queremos, lo que buscamos ya no nos satisface. Empezamos a estancarnos. Nos sentimos cómodos donde estamos. Esto sucede inmediatamente después de que muere el entusiasmo apasionado. Buscamos zonas de confort. No queremos cambiar o avanzar más. Nos encanta estar atrapados en la seguridad de nuestra propia ignorancia. Nunca dejes que el error de “seguridad” te muerda. ¡Estar alerta! En el momento en que creas que el disco muere, haz algo para motivarte. Puede leer los artículos del blog en la web, pero la única motivación verdadera es autoinducida.
- Mantenerse enraizado en el pasado y tener ataques de ansiedad: ¿Compara usted a la persona con la que estaba hoy? ¿Disfrutas de las victorias del pasado y te arraigas a los “momentos que aumentan tu ego” cuando estabas en tu mejor momento? ¿O piensas constantemente sobre tu futuro, tus metas y otras personas que han logrado a un mayor nivel y que lamentas que no hayas podido lograr nada? Deja de pensar tales pensamientos inmediatamente.
- Falta de intensidad: Esto también es cierto en nuestras vidas personales. En las etapas iniciales de cada relación y trabajo, hay una intensidad de fuego que nos impulsa. Pero a medida que pasa el tiempo, la intensidad muere. Acusamos a otros de no satisfacer nuestras necesidades cuando esto ocurre. Nos ponemos inquietos. Comenzamos a cambiar de trabajo y cambiar de pareja. ¿Es esta realmente la solución? La única solución es interior, psicológica. NO FISICA. Entonces, comienza a crear esta intensidad en tu vida. Aprende a vivir cada momento. Practica la atención plena. Aprende a amar cada segundo por lo que es. Piérdete en la obra (de live). Sé como un niño que ve todo con ojos nuevos. Nunca te quedarás sin intensidad.
- No esperes el resultado: sabes lo que esto significa. Haz tu trabajo. Cuanto más expectativas hay, mayor es la demora. ¿Por qué? Nos satisfacemos simplemente al “pensar” en el resultado de que perdemos el enfoque de lo que tenemos ante nosotros.
- Aprende a aceptar el fracaso y los errores: está bien fallar. No somos perfectos. Somos seres en evolución. Entonces, está absolutamente bien. Abrazar el fracaso. Pero aprende de los errores. En estos días está de moda decir: “El fracaso es esencial para el éxito”. No es. “Aprender del fracaso” es esencial, no el fracaso.
Buena suerte.