1. distracción enfocada
La tendencia natural al tratar de distraerte, por ejemplo, un error social que hiciste, es tratar de pensar en otra cosa: distraerte. La mente deambula en busca de nuevas cosas en las que centrarse, con suerte dejándote en paz.
La distracción funciona pero, por extraño que parezca, los estudios sugieren que es mejor distraerse con una cosa, en lugar de dejar que la mente divague.
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Eso es porque vagar sin sentido está asociado con la infelicidad; es mejor concentrarse, por ejemplo, en una pieza musical específica, un programa de TV o una tarea.
2. Evita el estrés
Otro método intuitivo para evitar pensamientos persistentes es ponernos bajo estrés. El pensamiento aquí es que la prisa dejará poca energía mental para los pensamientos que nos preocupan.
Cuando se prueba científicamente, esto resulta ser un mal enfoque. De hecho, en lugar de ser una distracción, el estrés hace que los pensamientos no deseados se vuelvan más fuertes, por lo que ciertamente no debe usarse como una forma de evitar pensamientos desagradables.
