¿Cuáles son algunos ejemplos que prueban que las calificaciones escolares no lo son todo?

Jack Ma!

Al igual que muchas mentes innovadoras brillantes, tanto pasadas como presentes, Ma tuvo dificultades académicas, especialmente durante sus primeros años en las escuelas primarias y secundarias, donde fracasó repetidamente. Sin embargo, sobresalió en las cosas que le apasionaban, por ejemplo, enseñarse a sí mismo en inglés. Durante estos años formativos, Ma pensó que, mientras mantuviera su determinación y trabajara para lograr sus objetivos, tendría la oportunidad de tener éxito. Ma dijo: “Si nunca lo intentaste, ¿cómo sabes que no hay posibilidad?” Ma no logró avanzar académicamente en la universidad de maestros de Hangzhou y, posteriormente, en su carrera y negocio.

Cuando uno escucha objetivamente los discursos de Ma sobre sus primeros años formativos, se puede observar que Ma aprendió más experimentando, observando y cuestionando el status quo. Como adolescente, aprendió inglés y lo perfeccionó convirtiéndose en un guía turístico no oficial para turistas extranjeros. A través de esos turistas, las relaciones entre amigos que cultivó con algunos de sus clientes turísticos y su interacción con algunos parientes en Australia, Ma aprendió mucho sobre el mundo exterior (especialmente el mundo occidental). Más importante aún, aprendió a cuestionar (no necesariamente a no creer) todo lo que pensó o le dijeron antes, una práctica que aplica hasta este día.

Richard Branson, del Reino Unido, es uno de los hombres de negocios más exitosos, a pesar de que no le está yendo bien en su nivel A de educación.