Primero, debe olvidar la idea (no literalmente, pero reconocer que no tiene valor ) y comenzar a enfocar el problema (que con su solución crea el valor real en su negocio): ¿Cuál es el problema que está resolviendo? Además, debe conocer el público objetivo de su negocio. Cuando sabes esto, entonces puedes validar las cosas.
Aquí están los sencillos pasos de instrucción:
- Salga del edificio y busque una persona que se ajuste a su público objetivo
- Pregunte si tienen el problema que creen que tienen, si su solución resolvería dicho problema, si lo usarían y estarían dispuestos a pagar por ello.
- Vuelve al paso 1
Literalmente es así de simple. Además, es prácticamente la única forma en que debe hacerlo, ya que le brinda la oportunidad de obtener el valor real: los “no” (alguien que dice sí y le da una palmadita en la espalda no tiene sentido).
Cuando le preguntas a alguien si, por ejemplo, estarían dispuestos a usar tu solución y dicen que no, pregunta por qué (¿por qué no la usarías?) Y ofrece una solución a la razón (¿qué pasaría si fuera así? Esto le ayuda a identificar los posibles SNAFU en su solución / mercado / negocio antes de que realmente haya comenzado a implementarlo. Es por eso que esta parte se debe hacer antes que cualquier otra cosa, ya que su solución inicial nunca es la correcta.
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Salga del edificio y pregunte a la gente porque, si no lo hace, lo hará otra persona y le pegará para que encaje en el mercado de productos adecuado.
Aquí hay un ejemplo:
-Hola, mi nombre es …, ¿tienes un segundo?
-Por supuesto
-Estoy haciendo una encuesta simple. ¿Tienes algún problema con …?
-Umm Sí, en realidad tengo.
-Genial. Estoy desarrollando (todavía no realmente) una solución para dicho problema. ¿Qué piensas, resolvería esto la solución mencionada?
-Umm .. No, no lo creo.
-¿Por qué?
-Bueno, realmente no usamos computadoras allí
-Oh, ok. Bueno, ¿qué tal si funcionaría a través de su teléfono?
-Oh, bueno .. si, eso podría funcionar.
-Qué bueno escuchar. ¿Entonces estarías dispuesto a usarlo?
-¡Por supuesto!
-Genial. Una pregunta más, ¿estarías dispuesto a pagar 20 € al mes por esto?
-No
-¿Como unos 10?
-Umm .. si, porque no
-¡Genial! ¿Puedo tener su dirección de correo electrónico para informarle cuando tengamos la solución lista para usted?
-De acuerdo. Sus…
-¡Gracias! ¡Que tengas un buen día!
De repente, en una conversación de 30 segundos, ya identificó que el problema es real y que su solución no necesariamente se ajusta a las necesidades del mercado. Sin embargo, ya tiene una solución potencial para eso y alguna idea sobre el precio que estarían dispuestos a pagar. Heck, incluso tienes un cliente potencial.
Ahora, solo enjuague y repita esto hasta que tenga suficientes datos para basar sus decisiones.