- Siestas Tanto las siestas donde te quedas dormido como las siestas en el umbral del sueño y el estar despierto, lo cual es bastante refrescante, pero no parece que te dejen aturdido.
- Meditación. Temprano en la mañana es bueno. 15 minutos, con tal vez unos minutos de descanso antes, pueden cambiar su perspectiva del día.
- Pasar tiempo en la naturaleza. Especialmente estar cerca de los árboles. La naturaleza opera literalmente a una frecuencia diferente (mucho más baja y más lenta) que nuestro mundo hecho por el hombre, y es agradable estar en ese lugar.
- Mejora la calidad del aire que respiras. El aire acondicionado no es ventilación; Es control de temperatura. La ventilación se trata de entrar, y respirar, aire fresco. El aire que recibe tu respiración entra en tu sangre y oxigena tus células, por lo que vale la pena consumir aire de calidad. Si tienes una ventana que puedes usar, genial. Si no, considere comprar algunas plantas de interior, no una o dos, pero lo suficiente para mejorar de manera óptima la calidad del aire. Hay un libro sobre cómo hacer eso: Cómo cultivar aire fresco: 50 plantas domésticas que purifican su hogar u oficina, y un agradable TedTalk al respecto en YouTube:
- Finalmente, intente optimizar la forma en que vive su vida para que el refrigerio esté integrado en todo lo que hace , para que su día no se haya dividido en segmentos de trabajo y refresco. En otras palabras, difumina la línea entre los dos. Aún tomará descansos, aunque puede llegar al punto donde encuentre un trabajo refrescante y energizante. Ejemplos prácticos de esto:
- Crea y trabaja en un ambiente agradable que te guste.
- Escucha música o sonidos que disfrutes.
- Permítase tomar descansos o irse a las tangentes, cuando quiera.