No para reproduccion
Creo que se podría argumentar que lo que llamamos “síndrome impostor” es en realidad el efecto Dunning-Kruger en el extremo superior de la escala.
Dunning y Kruger analizaron la capacidad de las personas para evaluar con precisión su propia competencia. Lo que encontraron fue que cuanto menos inteligente es una persona, más probable es que crean que son buenos en algo, y que cuanto más inteligente es una persona, menos probabilidades tienen de creer en su propia competencia. La explicación parece ser que cuanto menos competente sea realmente, cuantas menos herramientas tenga disponibles para evaluar su nivel de competencia con precisión y cuanto más competente sea, más herramientas tendrá disponible.
- ¿Cuál fue tu reacción al ingresar a una universidad Ivy / Russell? Como Cambridge o Harvard.
- ¿Qué actividades extracurriculares recomienda para estudiantes internacionales que no pueden hacer ninguna de las más populares?
- ¿Es una buena idea alistarme en la Armada si tengo un GPA de escuela secundaria de 4.0?
- ¿Cuáles son los pros y los contras de seleccionar una escuela joven (es decir, UC Merced) para su estudio de posgrado?
- ¿Por qué Tom Stagliano desalienta tanto otras universidades además del MIT?
En el análisis original, se puso más énfasis en el extremo inferior de la escala, porque esto explica a las personas que se elevan a su nivel de incompetencia (el Principio de Peter), por ejemplo. John Cleese tiene un video de YouTube (John Cleese sobre la estupidez – YouTube) sobre cómo las personas que son muy estúpidas también son demasiado estúpidas para entender que son estúpidas, que siguen los mismos principios que los descubrimientos de Dunning y Kruger.
Pero las personas que son muy, muy competentes a menudo dudan de su propia competencia precisamente porque tienen las herramientas para evaluarla y casi siempre están rodeadas de otras personas que también son muy competentes. Su base de comparación, por lo tanto, está sesgada mucho, muy por encima de la media real de la población. Cuando estás en un departamento universitario de la Ivy League, estás rodeado de otras personas increíblemente inteligentes y competentes. Los sociólogos llaman a esto su “grupo de referencia”. Cuando te comparas con tu grupo de referencia y crees que les va mejor en esta competencia que tú, naturalmente te sientes incompetente.
Voilá, ahí está: el síndrome del impostor.