¿El sistema educativo actual muestra una representación precisa de la inteligencia humana a través de sus pruebas y puntaje de calificación?

No, pero no está diseñado para hacerlo. Los sistemas educativos generalmente tienen dos objetivos académicos (así como objetivos sociales): enseñan una serie de hechos y ayudan a los estudiantes a aprender ciertos procesos cognitivos, como el pensamiento crítico. (Los objetivos sociales, como llevarse bien con otros y la tolerancia al aprendizaje, no se enfatizan en los debates de políticas).

El sistema de clasificación y prueba no mide, y no está destinado a, medir la “inteligencia”. Si desea medir la inteligencia, utiliza un instrumento especialmente diseñado para ese propósito, como una prueba de inteligencia. Las calificaciones y los puntajes de las pruebas tienen cierta correlación con estas pruebas, pero también parecen medir una gama más amplia de conceptos, quizás algunos que son más importantes que la simple “inteligencia”.

Por ejemplo, las pruebas SAT generalmente se consideran un buen indicador de las mediciones de inteligencia, pero las calificaciones de la escuela secundaria parecen predecir mejor los resultados universitarios.