- ¿Por qué comer si acabas excretándolo de todos modos?
- ¿Por qué lavar tu ropa si terminas ensuciándolos de todos modos?
- ¿Por qué ver 10 temporadas de AMIGOS si no recuerdas cada una de las bromas épicas de Chandler?
- ¿Por qué hacer tu cama por la mañana si terminas estropeandola de todos modos?
- ¿Por qué plantar flores en tu jardín si terminan encogiéndose de todos modos?
- ¿Por qué visitar los lugares exóticos si terminas regresando a tu hogar de todos modos?
- ¿Por qué darle a alguien una segunda oportunidad si terminan rompiéndote el corazón otra vez?
- ¿Por qué ayudar a alguien si sabes que terminará por no recordarte?
- ¿Por qué celebrar cumpleaños si sabes que terminas restando un año de tu vida?
- Y, ¿por qué estudiar si de todos modos terminas muriendo? – Bueno, se sorprenderá al saber que la respuesta a esto y todas las preguntas anteriores es exactamente la misma: mantener viva la “vida” en la “vida”. Hacemos lo que hacemos para aportar nuestra parte, nos hacemos valer la pena de una u otra manera. Nos vestimos, mostramos nuestro mejor comportamiento, tratamos de sobresalir en nuestro trabajo para obtener aprecio de nuestros adultos mayores y compañeros. Hacemos amigos, salimos de viaje, hacemos clic en las imágenes para crear recuerdos de los que podemos alegrarnos. Nos enamoramos, o fracasamos terriblemente o lo conseguimos y, por lo tanto, aprendemos a manejar nuestra vida y nuestras necesidades a nuestra manera. Del mismo modo, estudiamos para mejorar nuestro conocimiento sobre el mundo y entenderlo. Para saber más sobre las personas que habían agraciado la Tierra y se habían ido; para saber más sobre el futuro en el que vivirá nuestra próxima generación y, lo que es más importante, para saber más sobre el presente y las formas en que podemos lograr un cambio para mejorarlo.
Todo en la vida tiene un propósito mayor. Tienes tu parte para jugar también. Nada es inútil